Otra forma de acercarse a la economía: en el cumpleaños de econoNuestra

Uno de los efectos más interesantes del movimiento Occupy Wall Street ha sido su llegada a las universidades estadounidenses, incluyendo alguna de las más elitistas. En efecto, además de centros como la Universidad de Texas o la de California en Berkeley, la conocida universidad de Harvard ha vivido su réplica del movimiento Occupy, denominado en este caso Occupy Harvard. Y éste ha tenido una relación directa con la forma en que se enseña la economía en las universidades.

Greg Mankiw es uno de los profesores de economía en Harvard. Quienes hemos estudiado economía le conocemos bien porque sus manuales son obligatorios en las facultades de todo el mundo. Pues bien, el 2 de noviembre de 2011 los alumnos de Mankiw en el curso de Introducción a la Economía le hicieron un plante al marcharse de su clase «con el fin de expresar [su] descontento por el sesgo inherente a ese curso de Introducción a la Economía» (su carta entera está disponible aquí). Aquel abandono del aula fue el pistoletazo de salida de un movimiento que sigue hoy en día, y que ha incluido acampadas, actos de apoyo a otras luchas, la producción de nuevas publicaciones dentro de Harvard, etc. Pero de entre todas las actividades, la que a mí me ha resultado más interesante es un ciclo de conferencias (teach-in) de prestigiosos profesores de Harvard y de otras universidades sobre las limitaciones de la economía neoclásica (es decir, la economía que se enseña, salvo escasas excepciones, en las facultades todo el mundo).

De entre los profesores invitados, Stephen Marglin es posiblemente uno de los más interesantes. Marglin es autor de What do bosses do?, donde entre otras cosas introduce en el análisis económico el papel de las jerarquías en la organización del trabajo como forma de permitir una extracción adecuada de excedente para seguir haciendo rentables las inversiones. Además es co-autor, junto con Amit Badhuri, del modelo Badhuri-Marglin, dedicado a explicar las interrelaciones entre dinámica de crecimiento y distribución de la renta aunando las explicaciones marxista y post-keynesiana (véase una explicación muy recomendable del modelo aquí y, de forma menos técnica, aquí; el artículo original del que nació el modelo está disponible para su descarga aquí).

En su charla para el movimiento Occupy Harvard, Marglin explicó cómo habría que enseñar economía de una forma plural, abierta a diferentes enfoques. Pero para mí lo más interesante está al final, que es cuando describe brevemente la evolución de los paradigmas económicos predominantes durante la mayor parte del siglo veinte, poniéndola en relación con los acontecimiento sociopolíticos del período. De ese modo, el paradigma keynesiano no se habría impuesto sin las luchas sindicales de los años veinte y treinta, así como sin el poder de la Unión Soviética, aumentado enormemente al contribuir a la victoria aliada sobre el nazismo. Unos años más tarde, el paradigma monetarista fue contemporáneo de una importante «revolución conservadora» liderada políticamente por actores como Margaret Thatcher o Ronald Reagan, pero también por asociaciones más opacas y diferentes agrupaciones de intereses patronales (esto lo explica muy bien David Harvey en su Breve historia del neoliberalismo). Esta breve sociología del conocimiento económico que él realiza es muy diferente de cómo nos explican en las universidades el paso de unos paradigmas a otros, donde la economía parece no estar relacionada con las estructuras sociales de las que forma parte.

Marglin termina agradeciendo a los miembros de Occupy Harvard que, junto a otros actores relevantes hoy día como canalizadores de la movilización social en Estados Unidos, estén contribuyendo a la constitución de un nuevo paradigma que aún estaría por hacerse. En España, desde luego, el 15-M—en el que se inspiró, por cierto, Occupy Wall Street—, supone un soplo de aire fresco que, efectivamente, puede ayudar a que se construyan nuevas formas de entender la economía a las que, al menos, habría que exigirles una mayor conexión con la realidad que pretenden explicar.

Precisamente por todo ello, iniciativas como econoNuestra son más que bienvenidas, al ir un paso más allá en la línea señalada por Marglin y tratar de aglutinar abiertamente esfuerzos en paralelo entre militantes y simpatizantes del 15-M e integrantes de la academia con vocación crítica. econoNuestra cumple estos días precisamente un año y, como no podía ser de otro modo, la conmemoración tendrá forma de asamblea abierta a todo el mundo para contribuir a que este movimiento siga cumpliendo con una labor tan útil muchos años más. La convocatoria es el viernes 22 de junio, a las 17 horas, en el Salón de Actos de la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales (Avenida de Islas Filipinas, 3, Madrid; quien quiera acercarse puede encontrar información sobre transporte y un plano de situación, aquí).

El vídeo de Marglin se puede ver completo aquí abajo o descargarse en forma de podcast desde aquí.

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